Quien más o quien menos tiene un voyeur dentro al que le pone cachondo ver cómo otras personas tienen sexo. A esta madre le gusta mirar ya no solo como follan los demás, sino ver cómo sus propios hijos fornican como gorrinos. Como es normal llega un momento en el que no basta con solo masturbarse mirando e inevitablemente acabará uniéndose a sus amados vástagos…