Este viejo no está ya para exigir mucho sexualmente hablando, así que todo lo que le venga bienvenido sea. Con su mujer no recuerda la última vez que echó un polvo, motivo suficiente como para darle todos los días gracias a Dios por tener una nieta pajillera que lo masturba siempre que se lo pide.

Tampoco la jovencita es muy guapa que digamos, sin embargo su aspecto de colegiala y su chocho depilado rosadito son suficientes como para levantarle la polla a un muerto. Ni viagra ni hostias, este viejo lo único que necesita para empalmarse es que una colegiala le haga un buen trabajo manual…