Lo último que puede esperar un padre es descubrir que sus hijas son lesbianas, pero aún peor es descubrir que están enrolladas. Que las tenía que castigar por aquel acto tan sucio estaba claro, lo que no sabía muy bien es qué castigo debería aplicarle a ese par de golfas.

Luego está el tema de que tu hija te pone carita de pena y enseguida se te pasa la rabia, de hecho las hijas especialistas en enternecer a sus papis en cuestión de segundos. No estaba organizado y tampoco era el mejor castigo, pero ya puestos a dar “amor en familia”, papá optó por la tercera vía: follarse a las dos.