Dios mío, no puedo parar de chupar, ¡que rica está tu polla hijo!

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Mientras se toca las tetas y devora literalmente la polla de su hijo, esta madura no puede parar de chupar y su ansiedad va en aumento. Saber que le está haciendo sexo oral a su vástago es motivo suficiente como para enloquecer de puro vicio, además, jamás imaginó lo que escondía su “chiquitín” debajo de los calzoncillos.

El jovencito la mira escondiendo sus ojos bajo las gafas de sol, que le dan un aspecto de chico malo pese a que por dentro se le comen los nervios. Se le comen los nervios por dos motivos: primero porque es la primera vez que su madre se la chupa, y segundo, porque quiere dar la talla y no correrse durante el primer minuto…

marzo 5, 2021