Juntas y revueltas estas dos hermanas maduras están bastante acostumbradas a montar orgías familiares  de locura. Esta vez invitaron al marido de una de ellas y el chico joven es el hijo y el sobrino de ambas, un lío de faldas de cojones que por suerte acabó con final feliz.

Menuda estampa ver a esas dos zorras maduras a 4 patas folladas y abriendo tanto sus bocas que un poco más y se les rajan las comisuras de los labios. Sin duda el final es lo máximo, ya que padre e hijo se corrieron a la vez dentro de ellas, una corrida interna de incesto sincronizada que no se ve todos los días.