Los humanos somos curiosos por naturaleza y todos en mayor o menor medida tenemos el instinto voyeur en nuestro ADN. A este hombre le picó demasiado la curiosidad por saber qué narices hacía su hija tanto tiempo en el baño. Pues lo que hacía era lo que hace cualquier adolescente y es probarse tanguitas para ver cuáles le realzan más su culito. Evidentemente al tipo le explotó la polla en el pantalón, aunque luego le explotó de nuevo pero dentro del coñito de su hija.