Hacía un par de años que no veía a la zorra de su tía y fue a su casa porque había quedado con ella y su marido para comer. Siempre fue una mujer muy viciosa y lo sabía toda la familia, pero el chico esperaba que en ese tiempo hubiera cambiado. En absoluto, en cuanto entró en casa de sus tíos la mujer se lo comía con los ojos mientras que su pobre marido no se enteraba de nada. Al más mínimo descuido del hombre ella ya tenía la polla de su sobrino en la boca…