Con toda su experiencia después de décadas follando, para este viejo fue sencillo convencer a su nieta de que no era tan malo que tuviera sexo con su abuelito. Era normal que la chica se sintiera incómoda y más viendo lo gorda que tenía la polla su abuelo, sin embargo tenía sus braguitas mojadas y eso indicaba claramente que estaba muy excitada.

El hombre le hablaba pausadamente mientras ella miraba de reojo su gran miembro viril y cada vez se sentía más cachonda, así que no había marcha atrás. Finalmente tuvo que tomar una decisión y es la de meterse la polla en la boca sin pensar en nada más…