El gen lésbico está muy arraigado entre estas chicas y aunque no sean familia de sangre es obvio que prefieren un coño antes que una polla. Estas hermanastras lesbianas americanas estaban ansiosas por conocer a una prima rusa que iba a pasar unos días con ellas.

Al principio la pobre prima estaba muy cortada porque era obvio que ese par de zorras tenían un lío. Poco a poco fue entrando en su juego y acabaron haciendo un trío de los que no te permiten dejar de tocarte la polla…