La curiosidad hizo que esta historia de incestos terminase con la hija follada como una perra y además literalmente. Hay una frase que dice que la curiosidad mató al gato y esta zorrita quiso saber cómo tenía la polla su padre. El hombre duerme en verano desnudo, ella lo sabía y conscientemente levantó las sábanas para ver si estaba empalmado mientras dormía.

Se ve que papá tiene muy mal despertar y se cogió un buen mosqueo, de hecho interpretó que ella quería follar con él y ni se lo pensó. En un visto y no visto la hija estaba a 4 patas y papá follándosela como si fuera una perra mientras la agarraba del pelo.