¿Qué se puede esperar de un padre adicto al sexo duro y una hija sumisa?, pues probablemente una escena de porno incesto duro de las buenas que sin lugar a dudas os regalará una gran paja.

Para empezar unos azotes son básicos para “dominar” a la hembra en cuestión, es casi lo que más le excita a las chicas sumisas. Esta jovencita se pondrá en las rodillas de papá y él le dará unas palmadas para demostrar quién manda, pero sobre todo manoseará su culo a base de bien. Rápidamente ella estará lista para ser penetrada y no solo eso, para recibir gustosamente toda la leche de papá dentro de su coño.