Es una pena que hayan tenido que pasar casi 70 años para que esta abuela tenga el sexo más intenso de toda su vida. Por primera vez se sintió mujer, una mujer deseada y amada y todo gracias a su nieto.

Su pobre marido estaba chapado a la antigua y no es que no quisiera darle placer, es que el hombre no sabía como hacerlo. Por fin la mujer ha gozado en sus carnes una polla dura y vigorosa que la ha llevado al séptimo cielo por partida doble; le follaron el coño y el culo.