Con total ingenuidad y sin saber realmente cuáles eran las intenciones de su padre, esta jovencita asiática adoptada descubrió las dos caras del incesto. Podía imaginar que las miradas, los tocamientos y los actos de su padre dejaban patente que se excitaba mucho cuando estaba con ella, algo que también le pasaba a la adolescente.

De los pensamientos a los actos hay un buen trecho y jamás imaginó que papá llegaría tan lejos, pero llegó… Un día llegó su padre a casa con un compañero de trabajo que iba muy borracho, él también había bebido y desató toda su furia sexual.