La abuela andaba enfadada con su marido porque nunca está en casa. El hombre es el clásico putero con mucho dinero que tiene a su mujercita operada de arriba a abajo pero que no la toca ni con un puntero láser. El caso es que su nieto se da cuenta de todo y para que estuviera tranquila le quitó el enfado a su abuela echándole un buen polvo. Nada como el sexo para sentirse bien ¿verdad?.