Antiguamente muchas mujeres eran educadas de una forma muy machista. Su misión era complacer a los hombres ya sea sexualmente o no y esta madura japonesa aún tiene muy arraigadas sus costumbres ancestrales. Fijaos si está convencida de que tiene que servir a los hombres que incluso es feliz teniendo sexo con los de su propia familia.

Nosotros estamos totalmente en contra del machismo y también de feminismo extremo; tenemos que hacer las cosas porque queremos, no porque nos obligan. Ya os decimos que a esta mujer nadie la obliga a abrirse de piernas con su sobrino, es totalmente voluntario…