Siempre he sido una chica rebelde y he tenido muchos problemas por ello. El único momento en el que demuestro sumisión es cuando tengo relaciones sexuales con mi padre. Me gusta ser con él una hija obediente y sumisa y dejar que haga conmigo lo que quiera.

Mi madre no entiende por qué con mi padre soy así y luego voy de alocada por la vida. En fin, algún día cambiaré pero de momento rezo todos los días para que nadie descubra mi secreto…