Uno nunca conoce a fondo a las mujeres de su familia hasta que no se mete en la cama con ellas. Solo cuando me quedé a solas con mi sobrina y la conocí en la intimidad, descubrí que estaba frente a una de las mujeres más putas que he conocido en mi vida.

Ella me trataba como si fuera su novio de toda la vida y eso que era la primera vez que nos acostábamos. No sé si fue porque llevamos la misma sangre o porque sabe cómo tratar a los hombres, pero el caso es que me dio la sensación de que llevaba follándomela toda la vida…