El otro día fui a almorzar a casa de mis tíos como otras muchas veces y rápidamente noté que mi prima estaba receptiva. Me miraba sonriendo y con esa cara de zorra que pone siempre cuando quiere chingar. Sin pensarlo cogí un plano, puse la polla en él y le dije: toma prima, aquí tienes tu almuerzo. Solo puedo deciros que ese día tenía hambre, mucha hambre…