Estaría muy bien que todos tuviéramos una prima Lola en nuestras vidas, una veinteañera caliente que nos llamara cada vez que está cachonda. Esta morena de culo grande ha hecho del incesto su forma de vida y aunque al principio tenía sexo con su primo a escondidas, ha decidido dar la cara.

Cada vez que se masturba en solitario se acuerda de su primo y no se corta a la hora de coger el teléfono y llamarlo para decirle: ven a mi casa y échame un polvo, te estoy esperando…