¿No decía que le gustaban las pollas muy grandes?, pues ahora la puta de mi hermanastra sabe de primera mano qué se siente cuando le meten un buen pollón, el mío. Nunca me la he medido pero sé que tengo un rabo muy gordo y largo que me ha dado problemas con muchas chicas porque les dolía la penetración.

A mi hermanastra le pasa lo mismo pero nunca me ha dicho que deje de follarla, al revés, se retuerce y goza como una jodida cabrona. Si la tienes muy grande y crees que nunca encontrarás a una chica que soporte tu polla, tranquilo, tarde o temprano encontrarás un coño a tu medida.