Puedo afirmar que soy adicto al sabor del coño de mi abuela. Tiene gracia, de su coño salió mi madre y del coño de mi madre salí yo, así que si lo piensas fríamente tampoco es tan extraño que me excite tanto hacerle sexo oral a mi abuela.

No tengo ni idea de qué tipo de experiencias sexuales ha tenido mi abuelita durante toda su vida, solo sé que enloquece cada vez que le como el chocho. Quizá haya despertado a la zorra que siempre llevó dentro o quizá ya era muy activa sexualmente hablando. Os recomiendo 100% que le maméis el coño a una mujer madura, lo único malo es que engancha demasiado…