Tomad aire porque este cabronazo os va a dejar igual que dejó a su abuela: sin aliento y temblando. El animal se grabó destruyendo el coño de la pobre señora pero no le tengáis lástima porque una vez más este incesto es totalmente consentido. La verdad es que con tantas carnes uno no sabe muy bien por donde empezar, así que metes la quinta marcha y te conviertes en un puto animal.