Cuando nos hemos puesto en la piel de esta madre y su hija viviendo unas nuevas sensaciones de incesto que no habían vivido hasta ese momento, os podemos asegurar que no podemos apartar la mirada de ellas. Muchas veces se les habría pasado por la cabeza cómo sería tener una experiencia sexual entre ellas, pero hasta ahora se habían quedado en simples fantasías.

Casi siempre todo comienza con un beso en los labios ingenuos, pero cuando pruebas la miel de sexo incestuoso podemos dar fe que es altamente adictivo y no puedes ni quieres parar de hacerlo. Tenéis que ver cómo madre e hija se masturbaban mutuamente mientras se miraban fijamente a los ojos muy de cerca y sintiendo los orgasmos más profundos que habían tenido en toda su vida…