Todo en esta vida tiene un precio y esta hija tuvo que pagar uno para conseguir la bicicleta que quería desde hacía tiempo. Realmente tan solo le tenía que enseñar las braguitas a su padrastro, pero claro, sabía que aquello no estaba bien porque realmente era una forma de vender su cuerpo.

Al final pensó que tampoco era tan malo levantarse la falda y saciar así las ganas que tenía su padre de verla en bragas, pero él no se iba a conformar tan fácilmente… Entre juegos el hombre empezó a restregar la polla en las bragas de su hija y si te fijas podrás ver cómo ella las tenía totalmente mojadas.