Que goloso es el dinero ¿verdad?, sobre todo para las estudiantes jovencitas caprichosas. Esta pequeña rusa ha sucumbido a los encantos de su abuelo millonario, o mejor dicho, a su billetera. El viejo invitó a su nieta a pasar un fin de semana en una de las villas que tiene en propiedad y ella de sobra cuáles eran sus intenciones.

Después de disfrutar de la piscina y de todas las intalaciones, la putita sabía que era hora de darle al abuelo un poquito de “cariño”. ¿Qué pierdes echando un polvo con un viejo a cambio de poder disfrutar de los mejores placeres de la vida?, pues nada amigos, nada…