Recuerdo como si fuera ayer el día que perdí la virginidad con mi madre. Tenía 19 años y desde entonces han pasado 3, pero seguimos haciendo el amor con la misma intensidad o más y además por lo menos 3 o 4 veces a la semana.

No me siento orgulloso de haber sido el detonante del divorcio de mis padres, pero mi madre estaba harta de vivir con un hombre que la quería. Ahora yo soy el hombre de la familia con las responsabilidades que ello conlleva, pero también tiene una gran ventaja y es poder acostarme con mi madre siempre que me apetece. Mirad cómo se agarra a mi cuando tenemos sexo, ufffff, mi madre es increíble…