Podéis pensar lo que queráis pero yo ya me he acostumbrado al chocho de la abuela y para mi es delicioso. Ni si quiera hace falta que se depile, me gusta tal cual y además llega un momento en el que los pelitos me hacen cosquillas y da aún mucho más placer.

No me ando con rodeos ni pierdo el tiempo, la pongo de culo y se la meto lentamente mientras ella permanece quietecita. Un coño es un coño y el de mi abuelita está muy caliente, no imagináis la sensación tan maravillosa que es acabar dentro…