Cualquier padre estaría orgulloso de que su hija fuese una buena estudiante y sacara buenas notas. No dudamos de que este hombre lo esté, pero estaba más pendiente de tocar las tetitas de su hija y la pobre no odía concentrarse.

Lo que quería realmente papá era una chupadita rápida, algo que la jovencita sabía incluso antes de que entrase en su habitación. Tener la polla de su padre tan cerca de la cara hizo que le llegase el olor a semen, algo que despertó su instinto sexual rápidamente. La cosa no se quedó en una simple mamada ni mucho menos, al final y como suele suceder, ambos se acabaron liando…