Pues aquí tenéis a otro mal hijo que en cuanto puede se aprovecha de su madre sin ningún remordimiento. La mujer se quedó atrapada en el sofá y como es normal le pidió ayuda a su hijo. Lejos de echarle una mano y como ella estaba en la postura del perrito, empezó a meterle mano hasta que le bajó las bragas hasta las rodillas. En ese punto no era cuestión de echar marcha atrás, así que se la folló y se corrió dentro.