En Navidad se suele usar mucho la lencería de color rojo y mucha gente lo hace por tradición, sobre todo en nochevieja. Esta jovencita quiso enseñarle a su padrastro las braguitas rojas que se había comprado para la cena de nochebuena cuando fue a recogerla al instituto. Automáticamente al hombre se le fue la mano directa a su coño como si tuviera un potente imán. Vamos, que ni siquiera arrancó el coche y se la folló allí mismo.