El sentimiento entre este hombre y su nieta era mutuo pero ninguno de los dos se atrevía a dar el primer paso. Así como al viejo se le iban los ojos mirando los pechos y el culo de su nieta, ella también se sentía atraída por su abuelo y al final tuvo que ser la joven quien rompiera el hielo. El anciano la invitó a comer como otras muchas veces pero hoy sería una cita especial aunque él no lo supiera…