Hay que ser muy pero que muy idiota para cambiar el culo y el coño de esta madurita venezolana por unas partidas al Fotnite. Pues nada, mientras el cornudo se divierte echando unas partidas a la consola, su mujer está follando con el primo tan ricamente. Al menos la cosa queda en familia porque jode más que te pongan los cuernos con un desconocido.