Cuando nos obsesionamos con algo llega un momento en el que lo haces o no puedes vivir. A este tipo se le ha metido en la cabeza la idea de que quiere follarse a su sobrina y esa idea le ocupa prácticamente las 24 horas del día. No sabía muy bien cómo «entrarle» o qué hacer para conseguirlo, pero el destino quiso que su sobrina lo pillara espiándola mientras se cambiaba de ropa interior.