Este chaval tendría que haber sido un robot para no terminar sucumbiendo al chocho de su hermana. No hay ser humano al que le pongan delante un coño como el de esta zorra y que diga: no, no me lo voy a follar. Aquí poco o nada importa el tema de la sangre y el ADN, con semejante coño cualquier habría perdido los papeles.