Cuántas veces habré pensado en regalarle mi polla a cualquier madura para que hiciese con ella lo que quisiera, demasiadas… Hoy era el día de la madre y este chico quiso hacerle un regalo especial a su madre, sabía que era una apasionada de las vergas y seguro que no se equivocaría.

Cientos de veces había escuchado cómo follaba con su padre y ella siempre decía lo mismo: me encantan las pollas cariño, sobre todo la tuya. Pues bien, si genéticamente era casi igual que su padre sólo por estadística pura a esa madurita también le gustaría su verga. No se equivocó.