La tentación se le presentó a este hombre en forma de culo de su hija, que se quedó dormida con tan solo un tanguita blanco y ofrecía unas vistas alucinantes. Se nos acelera el corazón pensando en los momentos previos a cuando el padre dudó sobre si marcharse de allí a hacerse una paja o agarrar una de las nalgas de la hija.

La carne es débil y caer en la tentación es mucho más fácil de lo que creemos cuando hablamos de incesto. Hay que vivirlo en primera persona para poder opinar y aunque no nos lo haya dicho, este tipo tuvo que sentirse la persona más afortunada del mundo cuando metió la polla dentro del culo de su hija.