Este hombre nunca ha tenido ese sentimiento paternal que se le supone a todo progenitor, él es un caso aparte, cuando la niña era muy pequeña no la hacia ni caso, pero ahora que se está poniendo hermosa no la quita el ojo de encima, la chica tiene 18 años pero es una colegiala pelirroja y la gusta peinarse con coletas. Vaya, que ese rollo colegiala le da tanto morbo a su padre que desde que su hija ha cumplido la mayoría de edad la trata como si fuera una perra, se la folla a cuatro patas siempre que tiene ocasión… y eso es todo lo que quiere de su hija, menudo desalmado. 😀

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Padres e Hijas